Undocumented Immigrants Pay $198.9 Million in Taxes in Wisconsin
By Liliana Barrera & William Parke-Sutherland
Immigrants have been and continue to be vital to our communities. Nearly 300,000 immigrants in Wisconsin—about 76,000 of whom are undocumented—have put down roots and raised families in communities across our state for generations. But for far too long, many state and federal lawmakers have made life harder for our immigrant communities, ignoring employer wage theft and making it more difficult for undocumented people to obtain legal status or citizenship in the US. Undocumented immigrants contribute in many ways to Wisconsin, and new data backs this up. Workers who are undocumented have their wages withheld to pay for programs that support millions of children and families, yet policymakers continue to intentionally and systematically exclude them.
Recent data from the Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP) exposes the glaring truth that, despite the many economic and social barriers systemic racism and exclusion create, undocumented immigrants paid a staggering $96.7 billion in federal, state, and local taxes in 2022. Here in Wisconsin, our undocumented neighbors paid $198.9 million in state and local taxes.
These taxes help maintain public schools, infrastructure, and projects that benefit children and families living in our state. However, tax paying immigrants are often blamed for societal problems and subjected to racist policies that dehumanize and disenfranchise them. The same individuals are also denied basic rights and access to the same public services their state taxes fund. Providing a path to citizenship for undocumented immigrants is a critical step toward rectifying this injustice.
Wages Stolen by Employers
Devious employers often exploit undocumented immigrants for their labor and steal their wages. In Wisconsin, these greedy employers are rarely held accountable, thanks to weak wage theft laws and poor enforcement. Wage theft is a moral and financial issue rooted in racism. It immorally views immigrants as exploitable bodies rather than human beings with rights entitled to dignity. When employers steal wages, they strip immigrants of their rightful earnings while also negating their obligation as employers to pay their fair share in taxes. Wage theft also undermines the labor market as a whole, resulting in suppressed wages and worse working conditions for all workers.
Granting Residency or Citizenship
If federal decision makers granted current undocumented immigrants residency or citizenship in Wisconsin, their tax contributions would increase by $48 million per year, from about $199 million per to about $247 million per year. This increase would give Wisconsin more tax revenue to invest in better schools and healthier communities. As a society, we have an obligation to recognize and honor the contributions of immigrants and ensure they have the opportunities and protections they deserve. This is right for Wisconsin and aligns with our values of fairness and justice.
Source: Institute on Taxation & Economic Policy
Immigrants are contributing to and have put down roots in communities across Wisconsin. By expanding driver licenses for all, ensuring language access, and actually enforcing wage theft laws, we are choosing to prioritize the well being of all families living in Wisconsin.
Granting citizenship to undocumented immigrants would increase their wages, improve their working conditions, and promote greater economic stability.
Read our immigration series to learn how we are combating anti-immigrant narratives while collaborating with grassroot organizations to address systemic barriers.
Above art: By Melanie Cervantes
Los Inmigrantes Indocumentados Pagan Cerca de 200 Millones en Impuestos en Wisconsin
Escrito por: Liliana Barrera y William Parke-Sutherland
Traducido por: Liliana Barrera
Las familias inmigrantes son y continúan siendo vital para nuestras comunidades. En el estado de Wisconsin viven casi 300,000 inmigrantes en Wisconsin y alrededor de 76,000 de los cuales son indocumentados. Por generaciones han sembrado raíces y criado familias en comunidades por todo el estado de Wisconsin.
Pero con el tiempo, muchos legisladores estatales y federales han dificultado la vida de nuestras comunidades inmigrantes, ignorando el robo de salarios por parte de los empleadores y dificultando que las personas indocumentadas obtengan ciudadanía o licencias para manejar.
Los inmigrantes indocumentados contribuyen de muchas maneras pero en la mayoría de ocasiones no califican para ayuda del gobierno. Por ejemplo para trabajadores indocumentados que reciben talones de cheque pueden ver que se les quitan impuestos para medicare, seguro social, y para financiar programas que apoyan a millones de niños y familias en el estado, pero los legisladores continúan excluyendolos de manera intencional y sistemática.
Datos recientes del Instituto de Política Fiscal y Económica (ITEP) nos enseñan una verdad alarmante: a pesar de las barreras económicas y sociales como el racismo y la exclusión sistémica, los inmigrantes indocumentados pagaron $98 mil millones en impuestos federales, estatales y locales en 2022. Aquí en Wisconsin, familias indocumentadas pagaron $198.9 millones en impuestos estatales y locales. En ciertas ocasiones culpan a los inmigrantes por aumentos de impuestos pero en realidad los inmigrantes indocumentados pagan más impuestos que compañías como Amazon y Facebook.
Estos impuestos ayudan a mantener las escuelas públicas, la infraestructura y proyectos que benefician a los niños y familias que viven en nuestro estado. Sin embargo, los inmigrantes que pagan impuestos son culpados por problemas sociales y sometidos a políticas racistas que los deshumanizan y violan sus derechos. Las mismas personas también son privadas de derechos básicos y del acceso a los servicios públicos que sus impuestos financian. Brindar un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados es un paso crítico para transformar esta injusticia.
Source: Institute on Taxation & Economic Policy
Salarios Robados por Empleadores
En addicional, existen empleadores ambiciosos que explotan a los inmigrantes indocumentados por su labor y les roban sus salarios. En Wisconsin, estos empleadores rinden cuentas y no se hacen responsables, gracias a leyes débiles contra el robo de salario. El robo de salarios es un problema moral y financiero basado en el racismo. Considera inmoralmente a los inmigrantes como cuerpos explotables en lugar de seres humanos con derechos y dignidad.
Cuando los empleadores roban salarios, privan a los inmigrantes de sus ingresos legítimos y, al mismo tiempo, los empleadores eliminan su obligación de pagar su parte justa de impuestos. El robo de salarios también estanca el mercado laboral, resultando en salarios más bajos y peores condiciones para todos los trabajadores.
Camino a la Ciudadanía para inmigrantes
Si los responsables de decisiones a nivel federal garantizan residencia o ciudadanía a los inmigrantes indocumentados en Wisconsin, sus contribuciones fiscales aumentarían en $48 millones al año, pasando de aproximadamente $199 millones a $247 millones anuales. Este aumento ayudaría a Wisconsin con más ingresos fiscales para invertir en mejores escuelas y comunidades más saludables. Como sociedad, tenemos la obligación de reconocer y honrar las contribuciones de los inmigrantes y garantizar que tengan las oportunidades y protecciones que merecen. Esto es lo correcto para Wisconsin y va junto con nuestros valores de igualdad y justicia.
Source: Institute on Taxation & Economic Policy
Los inmigrantes están contribuyendo y han sembrado raíces en comunidades de Wisconsin. Al expandir acceso de licencias de conducir para todos, garantizar el acceso al idioma y hacer cumplir las leyes contra el robo de salarios, estamos eligiendo priorizar el bienestar de todas las familias que viven en Wisconsin.
Conceder ciudadanía a los inmigrantes indocumentados aumentaría sus salarios, mejoraría sus condiciones laborales y promovería una mayor estabilidad económica.
Revise nuestra serie sobre inmigración para aprender cómo estamos combatiendo las narrativas antiinmigrantes mientras colaboramos con organizaciones comunitarias para abordar las barreras sistémicas.
Arte arriba: Por Melanie Cervantes